diumenge, 12 de gener del 2014

ENTREVISTA A CARLOS CARRALERO

ENTREVISTA A CARLOS CARRALERO
(escritor cubano exilado en Italia )
Por Juan Carlos Romero Mestre

  1-      ¿En qué momento decidió que quería escribir?

Bueno, hace rato de eso. Cuando me dedicaba a otra cosa que tenia que ver con el ser humano,pero no era literatura: la alimentación colectiva. Parece que llevo la fantasia enganchada por algun gen en la    fisiología de los ancestros. Antes de salir de Cuba escribía poesías; unas rescatadas, otras perdidas por culpa de mi miedo y por culpa ademas de los servicios secretos cubanos.
Creo que empecé a enderezar imágenes allá por los años ochenta.

¿Qué le aporta la escritura y la literatura, piensas que vale todo en la literatura? 
-Me da una incalculable compensación espiritual; un remedio a mi karma, un bálsamo para mi alma
, la que trato de curar de injusticas y decepciones antes de morir. En la literatura vale casi todo.
Todo lo que salga de la fantasía y la creatividad del ser humano con espontaneidad y con el objetivo
cde edificar y mejorar conciencias  y de curar las almas. Hay que cuidar y curar el alma más que el   cuerpo, dijo Sócrates. Vale mucho menos, a pesar de que a veces resulte ser rediticia en el orden económico,  aquella literatura vendida por favores o pautada o sujeta a prejuicios ideológicos, como por ejemplo, la invidia política o la envidia, sentimiento  que media entre ciertos artistas y la 
política; semejante arte, para mí lleva mutiladas las alas de la pureza.

3-      ¿Qué es necesario para que una novela interese a los lectores?

  Creo que en la novela como en toda narrativa lo más importante es que el narrador esté consciente
de  que la literatura es la misma vida reproducida  por la fantasía, vivida de diferentes maneras . La novela debe buscar  y encontrar los conflictos y las contradicciones humanas,luego plasmarlos con la mayor naturalidad posible y sugerir al lector de confrontar la ficción con la vida real para que la obra le sirva de escuela para su existencia. Para que su vida, la vida del lector sea vivida con más sabiduría y ppor consiguiente con mayor serenidad Un elemento para la madurez del individuo,un nutriente que mejora la calidad de vida de   las personas. A mi juicio, toda obra debe contener una enseñanza para la vida.El poeta ruso Pushkin, dijo: déjenme escribir y  les narraré la historia de la vida La novela es casi una réplica de la realidad de la vida. Mi consejo es que no se debe leer por puro entretenimiento. Aunque la lectura lleve consigo también la distracción.

4- ¿Cuales son sus géneros favoritos en la lectura, sus autores y quiénes le han influido más?

Creo que técnica o académicamente, no tengo género definido. Me gusta todo lo que me haga reir y estremecerme. Todo lo que me deje alguna enseñanza. Todo aquello que muestre fantasía e ironía, sin tener que inclinarme por lo demasiado cursi. Me gusta leer una prosa llena de imágenes poéticas, más que otra cosa. Creo que escribiendo no me parezco a ninguno de mis parientes escritores. cReo que ellos usan más la técnica pura. Antes de leer a Guillermo Cabrera me encantaba Cabrera Infante ¿te explicas eso? Yo no. ¿Será porque nacimos en la misma zona, geográficamente hablando? No lo sé tampoco sinceramente. Me gusta Dante por su hermosa fantasía. Me impresiona Lezama Lima por ser un cosmopolita que es un hecho cultural, sin haber salido nunca del área del Caribe. También
la sabiduría de Borges, la de Martí, pero me ayudan a sanar el alma los filósofos griegos: Sócrtaes, Aristóteles, Séneca. Incluso uno que no es griego ni antiguo:Schopenawuer. Ellos me ayudan a veces a tratar, digo bien! A tratar de sacar a mi familia de sus angustias existenciales; a darle un poco de luz cuando entran en el oscuro bosque de las constantes interrogantes sin respuestas aparentes. Muchas a veces cuando los griegos no me pueden ayudar en los conflictos, apelo a Cristo y a
otros conocimeintos paralelos. Pero aquí me detengo en mi respuesta y también en mis recursos.

5- ¿A qué se dedica cuando no escribe?

A tratar de ayudar a mi familia (por la cual vivo y combato) y a evocar a Cervantes cuando tengo qu enfrenar al monstruo de mil cabezas, al que más odio y  desprecio; al más combatido espiritual y quijotescamente por mí: la burocracia.

6- ¿Cuál es su método de escritura anota lo que se le ocurre?

Muchas veces anoto cosas que se me ocurren. En otras pido a mi mujer que se acuerde de una frase o un pasaje determinado para el futuro. Cuando estoy despierto y delante de una pluma y un papel, anoto. Cuando conduzco, no, eh.
Cuando me viene una idea retomo un texto que hacía cinco meses no tocaba y coloco la idea o le paso por arriba al texto. Sin dudas lo mejoro porque lo miro con más madurez. Cada obra lleva decenas de correcciones. Dicen. Dicen, eh, que Picasso cambió ciento cinco veces un trazo del diseño de un toro.

7- ¿Sí pudiese ser un libro, cuál sería? 

El Pequeño Príncipe.

8- ¿En qué proyecto se encuentra sumergido en estos momentos?

En varios. Uno de ellos es el de terminar el último libro de la trilogía Saturno.El otro es convencer dos amigos de terminar de decidirse a escribir un libro a tres o a seis manos del cual ya hemos hablado. Y el último, es el de tratar de sobrevivir. Trato de promover mi último libro que fue concebido para un público normal porque da mucha información, incluso al cubano promedio. No hablo de intelectuales disidentes, los que han sido obligados por las circunstancias a aprenderse la historia del castrismo de memoria. Este libro, además ha sido publicado en italiano porque los cubanos, en su inmensa mayoría, incluyo a los de la diáspora no quieren abrir los ojos y descubrir lo fácil que es salir de la oscuridad a la que les ha sometido ese asesino medático: la desinformación. Mi libro Saturno y el Juego de los Tiempos, edición bilingue publicado por la editorial Spirali de Milano en el 2008, me enseñó el” interés” de los cubanos por leer a sus
contemporáneos escritores connacionales. -Y aquí, me permito una digresión, por favor. Antes de la edición del mencionado libro y otros cuatro textos de disidentes cubanos, proyecto al que dediqué varios meses en colaboración con Armando de Armas y la dirección de Spirali, me fui a Miami a promover los textos antes de la edición. Al final una asociación que ya no existe compró 50 ejemplares de mi libro y 50 de la novela de Roberto Luque, Lorenzo y el Cordero del Diablo. No valieron ni los contactos, ni el hecho de que el proyecto incluía cuatro escritores que viven
en Miami, ni el haber contactado a personas influyentes. He publicado dos libros en Finlandia; algunas copias se han vendido, gracias a la labor de una valiosa colaboradora, Elisa Sipila y de otra joven finlandesa Kaisa Havisto. Pero Elisa, que conoce el italiano ha sido traductora y editora de esos libros. Mi mayor respeto y gratitud al trabajo desinteresado de esa sensible mujer finlandesa.
Hablo de esto para que todos sepan que vivo como puedo. Que no todos los activistas de derechos humanos en el exilio son ayudados por los Estados Unidos por partidos de Derecha en Europa. Mi batalla –lo sabe la inteligencia cubana-es solitaria o con colaboradores sensibles con la causa de la libertad; italianos,finlendeses y de otras partes. Hay algunos valiosos cubanos que colaboran o han
colaborado con los recursos de la conciencia y la buena voluntad.

9-      ¿Se escribe por placer o también por dinero y reconocimiento? 

Te confieso que el primero de los motivos es el más importante para la mayoría de los escritores,
en la que me incluyo yo, pero en la historia de la humanidad han existido muchos que lo han hecho por dinero en primer lugar, o por dinero y luego por adquirir notoriedad. La mayor parte de los lectores de lengua española recordarán seguramente a Socorro Tellado alias Corin que implantó un record en nuestra lengua.Una novela cada quince dias.  Yo en particular cuando empecé a escribir jamás pensaba en el dinero. Las circunstancias, sin embargo, nos hacen cambiar la ruta incluso de nuestra mentalidad y psicología sin dañar los sanos principios. Hasta la delicadeza de regalar los propios libros ha 
disminuido en mí por circunstancias ajenas a mis costumbres.

10-   ¿Dominas los recursos de estilo, las figuras literarias o escribes con estilo propio y 
sigues experimentando y aprendiendo?

No me llevo por pautas  impuestas incluso por las rígidas reglas. Las figuras literarias me salen de la
fantasía. Sin planificarlas: sin darles orden;  no me detengo a ver si he usado una metonimia,  un oxímeron, una alegoría, una antítetsis, una sinestesia, un simil o una simple metáfora . Sigo mi estilo de escritura o lo que me dicta lo que yo llamo trance divino. Realmente se entra en trance y cuando sales del calor que producen las frases calientes; y analizas lo que has escrito, en frio, eliminas cosas para no sacrificar las justas reglas y a veces los jodidos cánones académicos.
  
11-   Se habla que los escritores deben cuidar y ofrecer obras depuradas utilizando 
recursos narrativos o encuentras bien que lo que se cuenta, se limite a contar como se 
cuenta en la sobremesa?

Bueno, te confieso que me cuido de no ser chavacán, vulgar y en exceso superficial.Trato de no 
llegar a maltratar el paladar de mi conciencia y mi gusto poético,contaminándome con aquella doctrina,  llevada a la práctica por personajes sin escrúpulos y con necesidad de venganza que han vivido en el siglo XX  –aunque  ya la habían definido teóricamente algunos desde finales del siglo
XIX, como fue el caso de Heber Spencer,interpretado por José Martí en su crítica en 1884- me refiero al Socialismo Real  (y me permito, una segunda digresión). El socialismo real además 
de haber sido una de las peores exclavitudes, ha sido una de las obras de peor gusto creadas por ser humano   alguno, o per alguna bestia humana. Creo de todos modos quelo principal para un artista es su sensibilidad, su fineza. Estoy de acuerdo con que no se debe sacrificar demasiado la técnica, sin embargo, sìgo dando mi voto a la fantasía, a laimaginación que hace soñar alcreador y al lector. En pocas palabras.                                                                                                                      Una obra literaria no debe ser chavacana, burda, ni estar llena de barbarismos o vulgaridades, pero
pero no  tampoco debe jamás ser un tratado de gramática.

12-   ¿Regalas libros en alguna ocasión? 

Sí he regalado varios libros. Sobre todo los escritos por mí, aunque ya practico poco esa buena costumbre pues he comprendido que la escritura es uno de los trabajos másdifíciles del mundo y luego uno de los menos pagados. Creo que incluso Marx lo dijo porque tuvo que vivir del dinero de Engels Hay que enseñar a los seres humanos el valor del trabajo en todo ámbito. ámbito. Pero reconozco que regalar un libro es un acto profundo y noble.Un libro de 10.14.20 
euros es un bien que dura toda la vida. Muchos se fuman de tres a cinco cajetillas de cigarrillos a la semana (otra digresión), valor superior o equivalente a un libro.Esos cuando le sugieres un libro nì te abren los ojos con deseos de romperte la cara.Pero el ser humano tiene su dosis de masoquismo por consiguiente,la tendencia al autolesionismo;se autolesionan el cuerpo,  la  conciencia y el espíritu.

13-   ¿Crees que la literatura cubana esta de moda y que el escritor, en tanto figura 
pública tiene responsabilidad social? 

La literatura cubana no creo esté de moda.Se lee como algunos otras literaturas .Digamos,en America Latina,no somos los últimos pero tampoco los primeros,Los argentinos, por ejemplo,nos superan: ¡ que contentos se pondran los argentiiiiiinos !Es obvio que el escritor debe formar parte de ese ejército de benefactores que trabajan miles de horas para intentar sanar muchos males de la sociedad

14-   ¿Cómo le ha cambiado el mundo de la tecnología y el e-book? 

Bueno, la tecnología me ha ayudado a comunicar más, dado el caso que yo cuento con pocos
recursos para hacerlo. Las nuevas formas de publicación ayudan a quien es ignorado por editoriales
otros medios. Me ha cambiado desde el punto de vista de la promoción como escritor y defensor,
a mi modesto modo, de la justicia. Como difusor de los derechos del ser humano A veces una frase que se inserte bien en el contexto vale mucho...

15-   ¿Sentías que habías nacido con vocación literaria, cuales son tus verdaderos 
orígenes en ese sentido?

Ya me parece respondí anticipadamente a esta pregunta. Tengo un hermano, y somos tres.
 Y varios primos escritores. Algunos parientes míos eran antes del castrismo, periodistas empíricos
En Barcelona hay varios periodistas o escritores de apellido Bosch.Yo que aunque no lo llevo por culpa de ese monstro que me persigue cual longevo karma llamado burocracia, soy de apellido Bosch por linea materna. Mis antepasados en España seguramente me han trasmitido algunos de sus cromosomas que amaban llenar la celulosa de grafemas con algunos conceptos.

16-   ¿Lamentas que tu vida literaria no se hubiera desarrollado en otro medio más propicio?

Seguramente.

17-   ¿Crees que la literatura cubana a veces tiene serios altibajos?

Sí, porque además de las naturales y consabidas dificultades del escritor promedio, la literatura
cubana pasa través de innumerables contradicciones. Ya he citado el tabú de la literatura con pautas y la literatura libre que no puede publicarse ni leerse en Cuba.
Luego, no existe el verdadero intercambio cultural entre los artistas exiliados –y hablo bien claro, exiliados- y aquellos controlados que viven en Cuba. Un cinismo
característico del régimen y de varios  oportunistas, malintencionados que  viven con la barriga
en democracia y la cabeza. Sobre todo varios que viven en Miami. Todo eso crea un nudo en eldesarrollo del arte sincero e íntegro.Reitero.  No puede haber arte puro sin la pureza que encierra
la libertad de creación y expresión

18-   ¿Qué libros han cambiado tu vida? 

Bueno,  “cambiar la vida” para mí es una frase  muy fuerte. Respondo a mi manera y de una forma
muy simple. No soy un gran lector de la Biblia; sin embargo, hay textos que me han enseñado a ver la vida de otra manera, por ejemplo, pasajes del Evangelio y una obra muy pequeña del Viejo Testamento atribuida al rey sabio Salomón, me refiero al Eclesiastés Me enseñó, este texto, lo inútil de la vanidad la  transitoriedad de la vida:todos regresamos como
vinimos a este mundo. Y no nos sirve, cuando nos vamos definitivamente,ni el oro,ni incluso la
sabiduría. Sí esta le sirve a otros. Y como dije antes, la filosofia que habla de los cínicos griegos,
de la esencia de la filosofía de Sócrates,que en cierto modo coincide con el cristianismo en el
objetivo primordial: el saber está dirigido a hacer el bien al prójimo.De ahí la frase de Sócrates:
Solo sé que no sé nada.Luego Aristóteles, Séneca y por último Schopenhauer.Eso en cuanto a
literatura que me ha enseñado o de la que algo he aprendido para sobrevivir al Karma ( mi vida 
ha sido dura y no estoy exagerando). Pero en literatura me ha hecho feliz, por ejemplo, 
Guillermo Cabrera Infante en Tres Tristes Tigres. No sabe él, allá donde está cuánto lo 
quiero. Y cuanto ha hecho reir a uno que no es  para nada risueño. Lo vi una vez solo en 
mi vida.  Luego admiro profundamente la prosa cósmica o cosmopolita de José Lezama 
Lima.  Me enseñó  mucho también el Pequeño Príncipe ,de  Antoine de Saint-ExupéryNo 
puedo pasareme el día enumerando, pero te he mencionado algunos.
 
19-   Qué pintores cubanos te han influenciado más? 

Bueeeeeeeeno, es que no sé si me han influenciado.  Dando una vueltecita me gusta 
Carlos Enriquez y Lam por lo fructífera y universal de su fantasía.
 
20-   El regreso, la nostalgia, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de 
regresar. ¿Tienes la obsesión del regreso a tenor de los nuevos cambios?
      Bueno, ya no tengo ninguna obsesión. Antes hace 18 años sí.  Era una idea fija, pero el castrismo ha constituido una aberración,  tan longeva que poco a poco ha ido,sino borrando, quitando intensidad hasta a los sentimientos. Ha sido un mal de los valores, de las virtudes; un mal
que ha dado tiempo, incluso a que personas de bajas convicciones se reciclen dos veces.
He conocido colaboradores del régimen que se convirtieron despues en desidentes , que volvieron
luego, sino a apoyar,  al menos a tolerar al régimen pues sus conciencias democráticas estaban 
completamente enfermas. En mi caso, confieso que quo a  hacerle el juego arremetiendo contra  la 
oposiciónisiera.  Yo en estos momentos, quisiera ver el sol cubano, las nubes azules ( 
así las veo yo poéticamente, el cielo de porcelana, las colinas. Los matices del trópico: 
colores, sabores, olores, etc.  Quisiera ver a los parientes que hace mucho no veo. 
Me duele mucho no haber visto a los muchos que han muerto, antes de  dejar este 
mundo. Todo eso responde a la nostalgia, pero hay algo que han herido mortalmente 
los fascinerosos del régimen: la identidad nacional, los valores que conocí cuando era 
pequeño. De eso queda poco y lo que queda está lleno de arrugas y con arteroesclerosis. 
Nos han dejado como identidad preponderante, el chisme, la delación, la chavacanería, 
la traición, la substracción, un confuso ateismo y un sincretismo también confuso. 
La cultura fundamental es el castrismo. El país ha sufrido una transculturación: la 
transkastroculturación. Y al país -perdonen pues yo no dejo de amar la Cuba que se nos 
está yendo a bolina- es más Castrolandia que otra cosa.

21-   ¿Has tenido que esquivar la censura en tus escritos?

Bueno, en Cuba no presenté mi obra y lo que hice fue escribir versos muy herméticos con una carga
simbólica grande.  Por ejmplo,  en muchos casos utilicé las aves, su vuelo y sus costumbres para poder realizar una analogía con los habitantes de la Isla: aves estacionarias y aves migratorias. 
He sido en alguna manera censurado en Italia pues a alguien no le convenía que yo dijera la verdad
sin mucho rodeo acerca del régimen en Cuba.

22-   ¿Hay algún género más eficaz para trascribir la realidad cubana? 

Creo que la historia contada día a día con breves relatos y  reflexiones llega a un público mas amplio Porque la gente lee poco, entonces un artículo en un blog cada uno o dos dias es leído por
varias personas. Lo contrario sucede con un ensayo extenso. Las obras cortas son eficaces pues llegan a ser leídas por los portadores de neuronas holgazanas e incluso por personas que aunque sean interesadas, están muy ocupadas por el trabajo y otras obligaciones.

23-   ¿Crees que la cultura cubana tiene déficit de monografías, memorias históricas que 
den profundidad a esta cultura?; cómo se puede suplir este vacío?

Todo arte con limitaciones de algún tipo es arte mutilado. En Cuba se ha mutilado la historia han
virado con los pies para arriba la historia, la que hay que enderezar cuando no exista censura o al menos cuando esta sea poca. No se puede hacer un trabajo que incluya monografía o estudios determinados pues en cada actividad están los servicios secretos limitando o prohibiendo el inicio de una obra, un estudio o el acabado de la obra o el estudio acerca de un artista, una corriente artística o un grupo determinado. 
La historiografía como todo en cuba está herida, contaminada y confundida. Hay que revisar la historia del siglo XX pues a la más fiel se le echó de manera indiscriminada ,sin cuidado ,sin antisépticos de honestidad o de transparencia datos errados, transmutados negativamente, adulterados, exagerados o colocados al revés. Esta será una tarea que con la presencia de un régimen totalitario es imposible acometer. El vacío es casi imposible suplirlo ahora Se hará cuando termine el totalitarismo.

24-   ¿Sin memoria histórica no hay imaginación?

Bueno, creo que son dos cosas que pueden tratarse sin interferencia una de la otra. La 
imaginación es algo natural completamente, lo que si hay que desarrollarla. La memoria 
histórica tiene una parte que depende de factores ......

25-   ¿ Qué significado tiene para ti la ciudad dónde has vivido la mayor parte de tu 
vida? 

Bueno, en ninguna he vivido la mayor parte de mi vida,pero en la que he vivido mas años ha sido Milan,mas años que en la que nací: pero viví varios años en La Habana y algunos en Santiago de Cuba y otros breves periódos en otras ciudades de cubanas.tambien estuve algunos años en San Petersburgo,pero Milan me dejarà un sabor que va de lo cosmopolita a lo municipal.Amo incluso el barrio donde vivo, a pesar de los dueños de los perros, pues no vivo en el centro por supuesto.Desde Milan he aprendido un poco a conocer la débil identidad de los italianos,pues si me muevo ala Toscana, a la Emilia Rampagna a Roma a Sicilia,a Nápoles o a Cerdeña, encontraré diferencias inconmensurables, insalvables.Ya sabes que este país estaba dividido por ciudades,estados,por ducados etc.desde Milán, ciudad que a pesar de los sinsabores y el sabor ráncio de la burocracia he aprendido a amar,miro hacia el centro y el sur de la península con la conciencia que soy mas napolitano que longobardo;aunque no soy muy bullanguero,ni dejo la basura abandonada por las calles,( ni amo los cordeles de ropa tendida en La Habana a la vista de los trnaseúntes).

26-   ¿Qué objetivo persiguen sus libros? 

Comunicar lo que percibo de la vida; fruto de experiencias positivas y negativas. Trato 
de dejar bien claro que el ser humano es un compendio de  lados nobles y  de bajas pasiones,de certeza y confuiones. Pretendo demostrar que la historia del hombre, le del presente,
la contemporanea, se parece a la precedente, a la antigua porque el protagonista es el hombre:
con sus ambiciones y su desinterés, su egoísmo y su altruismo, su indiferencia y sus impulsos. Ese mismo hombre ha sido responsable y ejecutor de muertes, de represiones y de una colosal indifrencia ante el sufrimiento humano. Pero el otro hombre que vive en él, que también se repite a través de la historia, es sensible, altruista;  dedicado a buscar y repartir alguna justicia. Alguien o algunos que lean mis libros posmorten, dirán, coñooooooo, pero que incomprendido 
fue este hombre; cuánta razón tenía, pero lo dirán personas que ahora no quieren leerme 
y se hacen los sordos cuandohablo; con la pluma o con lalengua porque reconoceralguna razón a un vivo pesa, caramba! Pesa.  La indiferencia es un problema que pertenece a la bajacultura. NO quiere decir esto que la indiferencia es cuestión de analfabetos; más bien de aquellos que pasan la vida sin alfabetizar su conciencia. La indiferencia  es un drama de la humanidad. Yo quiero que mis nietos que serán más curiosos  con la obrea del abuelo que mis hijos, sepan lo que, humildemente lo digo, hizo su abuelo y su bisabuelo por el bien de su país (mi padre); que nuestro sacrificio al menos tendrá cierto peso moral.
Pretendo con mi obra que no es sólo aquella de los libros,sino la de los mensajes,máximas o reflexiones , colocar aunque sea una gota noble en ese lago –un mar es demasiado grande para que la gota haga efecto-   que produzca una reacción contra el 
mal en el ser humano,  en el ser cubano, incluso. Intento contribuir en este laboratorio 
humano con mi remedio: la crítica sin odio contra el mal contra el principio y el de los 
demás; haciendo uso de todo lo que almacena mi memoria poética y la referencia 
familiar. Empleando lo que la vida me ha enseñado;  para vivir lo menos posible en 
contraste con la propia conciencia: “ No puedes augurar una desventura peor que 
aquella de vivir en contraste consigo mismo”(Séneca).
 
MI obra es la recompensa además a lo que he sufrido por la injusticia en mi país y las 
innusticias que comenten los hombres. En virtud de que yo no conozco la venganza, la 
compensación espiritual es la única venganza posible de las almas nobles. Yo trato de 
seguir esa máxima.

27-   ¿Qué mensaje desea trasmitirle a los cubanos y a sus lectores en el próximo año 
2014?

 La justicia es una de mis fijaciones. Por eso termino pasando por el tema cubano 
en general, aunque les juro que no quisiera hablar de política. Pero la política y los 
políticos han hecho mucho daño. Por eso incluyo en mi mensaje la problemática nacional.

-A los cubanos sugiero
Que estudien la historia de nuestro país, todas las historias, incluso, de manera crítica 
y pensando que la verdadera historia no siempre aparece en los libros, que apliquen 
las experiencias - lo expreso humildmente- colocando los datos de que se dispone en 
una bien calibrada balanza. Que se convenzan que urgentemente  hay que colocar la 
historia con las patas para abajo; ya se sabe que la invirtieron. Que hay que sanar la 
historiografía.
- Que cuando lean mi historia demuestren, no compasión, sí, comprensión
- Que no odien a nadie porque yo que no odio, sé muy bien que el odio corroe el alma. 
Que el mensaje de odio hacia alguien es una monstruosidad propia de Saturno y los 
hijos fieles que el monstruo ha ido devorando poco a poco, uno a uno, con su traición 
y agoísmo letal:  la división, la cárcel, el exilio, los plomos, el descrédito, el olvido o el 
Plan Pijama, ha constituido parte de la política en  Cuba.
- Que no se dejen arrastrar por las pasiones. Y sobre todo, por las bajas pasiones..
-Que no sean indiferentes en ninguna circunstancia. La indiferencia total es un crimen 
que marchita el propio espíritu.
-Que maduren la idea de la UNIDAD; que no hay nación fuerte sin la unión de 
la mayoría de sus ciudadanos. La división es una plaga que hay que sacudir de la 
conciencia porque con el tiempo, nos desangra. Y los cubanos somos unos de los 
pueblos que sufrimos casi endémicamente el síndrome de la desunión. Cada cual se 
piensa que su proyecto no admite ni crítica, ni alternativas. Por qué? Porque, compay, 
compadre, es el MEJOR, el de cada cual. Y a propósito,les sugiero se lean en internet, 
mi articulo titulado El itinerario espiritual de los cubanos para que lleguen a alguna conclusion t vean cuan profundo es el sentimiento de desunión de los cubanos: a los cubanos es fácil 
reunirlos, dificilísimo unirlos. Vamos a comernos un lechón, a tomarnos una caja 
de lager. Hasta ahí todo está bien. Después se jodió la bicicleta. En analogía con el 
itinerario espiritual de los hebreos, el totalitarismo es el desierto, la UNIDAD es como 
atravesar el río Jordán para lograr la tierra prometida: la libertad.
Por último les confieso que  cuando abro los ojos por la mañana del 1 de enero de 
cada año, veo un número que me averguenza. Por los responsables de ese número que 
somos casi todos los cubanos. Cada año es mayor la verguenza: 55. No me doy paz, 
y no se como justificar esa cifra; a pesar de que soy uno de los que trato de justificar 
a mis parientes, amigos y connacionales con el famoso Síndrome de Indefensión.del 
que presúntamente sufren los cubanos. Si mi verguenza se sumara a la de otros miles 
que la siente igual que yo, y ella llega a ser captada por algunos millones, la verguenza 
entonces duraría pocas horas.
 

dimarts, 10 de desembre del 2013

Entrevista al escritor cubano Enrique del Risco
 por Juan Carlos Romero Mestre
en la Revista Hispanoamericana de Cultura OtroLunes

En qué momento decidió que quería escribir?
Empecé a escribir en la adolescencia en respuesta a pulsiones muy concretas: algo que creí una injusticia o una falsedad, deseos de competir con alguien, alguna muchacha. Más tarde empecé a colaborar con textos humorísticos en publicaciones periódicas. No comencé a escribir “en serio” sin embargo hasta que, en medio de aquella debacle que llaman graciosamente Período Especial, muchas de esas publicaciones desaparecieron y por tanto también esa comunicación inmediata con el lector. Entonces me di cuenta que, no obstante, no podía (o no quería) dejar de escribir pero al mismo tiempo debía enfrentarme al hecho de la escritura de otra manera, como si los lectores que alguna vez dieran con lo que escribía no tuviesen por qué saber en qué circunstancias mis textos habían sido escritos. Y yo creo que ahí está el origen de lo literario, cuando se adquiere la conciencia de que el cómo es mucho más importante de para quién o para qué
¿Qué le aporta la escritura y la literatura, piensas que vale todo en la literatura? 
La literatura me aporta paz y al mismo tiempo inquietud, esa que viene con la obligación de ver la realidad más allá de las convenciones, de la conveniencia o de los rencores personales. Y dicho esto se puede decir que en literatura vale todo siempre y cuando no sea obviamente falso o demasiado fácil (como matar a un niño no por necesidades de la historia sino como el modo más cómodo de conmover al lector).

¿Qué es necesario para que una novela interese a los lectores?

Eso depende de los lectores. Y claro, el modo en que se escribe es un indicador del tipo de lectores que se está buscando. En mi caso busco lectores a los que no les interese que los impresione por lo que les parezca yo como escritor sino por la historia que tienen en las manos. Eso sí, siempre busco sorprenderlos. No con un misterio más o menos obvio pero sí con el lenguaje, con la densidad de los personajes, la intensidad de la trama y con cierta perspectiva de la vida más o menos personal e intransferible.
¿Cuales son sus géneros favoritos en la lectura, sus autores y quiénes le han influido más?
No tengo géneros favoritos si hablas de subgéneros como el policiaco, la novela histórica, la ciencia ficción, etc. El género entendido como un sistema de convenciones que se cumplen con más o menos lealtad termina siendo aburrido tanto para el autor como para el lector. Hubo una época en que me gustaba más el cuento que la novela y ahora me producen -por razones distintas- más o menos el mismo placer. Aunque desde siempre me han gustado los libros históricos, las biografías, el ensayo literario, últimamente también he descubierto cierta propensión por las memorias, los libros de entrevistas a autores con algo interesante que decir o los epistolarios. Y claro, la buena poesía que es una parte ínfima de la que se produce pero sin la que la literatura y hasta la vida toda no tendría sentido. Y la filosofía de la que se puede decir casi lo mismo que de la poesía. Los autores que me han influido han sido muchos aunque no estoy seguro en qué proporción su influencia se hace notar en mi escritura. Uno va llegando a la edad en que ve la influencia como algo lejano e inexplicable (¿Cómo fue que este o aquél en algún momento me impresionaron tanto?) pero sospecho que es algo que no deja de estar ocurriendo. Es algo así como mencionar todas las comidas que uno ha disfrutado y encima determinar cuánto han intervenido en tu desarrollo físico.
A qué se dedica cuando no escribe?
Más bien es al revés. Cuando no estoy dando clases en la universidad, haciendo cosas con mi familia, cocinando, leyendo, viendo películas, yendo a museos, galerías o pasando ratos con amigos es que por fin me siento a escribir. Me quitan tiempo de escribir pero me nutren como escritor y sobre todo como persona. Técnicamente no soy un escritor profesional así que escribir sigue siendo mi máxima diversión, un vicio al que dedico casi todas mis vacaciones que en el caso de los profesores son larguísimas.

¿Cuál es su método de escritura? ¿Anota lo que se le ocurre?
No tengo mucho método y es algo que trato de subsanar. Para los cuentos me basta algún apunte en el que por lo general está el germen de toda una historia. Una frase formada de elementos que al reaccionar entre sí desencadenan todo lo que tengo que contar. Las novelas sí requieren de algo más de disciplina y hasta un tipo tan desorganizado como yo tiene cuadernos llenos de apuntes sobre personajes, escenas, situaciones, frases observaciones y un diagrama de la estructura de la novela que parece un plan de batalla. Prepararse a armar algo que parezca más real que la propia realidad durante más de doscientas cuartillas no es poca cosa.
¿Si pudiese ser un libro, cuál sería?
No me gusta la idea de ser un libro, un objeto siempre tan expuesto al abandono, al maltrato o a la adoración idiota pero puestos a escoger un estilo, una manera de ser, sin dudas preferiría ser El Quijote, ambas partes quiero decir. Entretenido, divertido, largo, intenso, serio, complejo, profundo y ligero al mismo tiempo. Conseguir ese tono en el que las cosas más importantes se dicen sin esfuerzo aparente ha sido siempre mi mayor ambición.

¿En qué proyecto se encuentra sumergido en estos momentos?
Como ya he contado otras veces se trata del proyecto más ambicioso en el que me haya inmerso hasta ahora: una trilogía que tiene como eje la presencia cubana en la zona en la que vivo desde hace años: la Trilogía cubana del Hudson la llamo. Tres novelas en tres siglos distintos centradas en tres formas artísticas distintas: la literatura, la música y las artes visuales. No dejo de recordarle a cualquiera que me pregunte que buena parte de los principales símbolos de la nacionalidad cubana se crearon a orillas del Hudson: el escudo, la bandera, la novela fundacional del siglo XIX “Cecilia Valdés”, el Partido Revolucionario Cubano, los “Versos sencillos”. También por acá Ignacio Cervantes compuso algunas de sus danzas más hermosas y se hicieron buena parte de las grabaciones más importantes de la música cubana desde el Trío Matamoros a Paquito D’Rivera. ¿Sigo
¿Se escribe por placer o también por dinero y reconocimiento?
Por dinero se escribe para un mercado vasto como el norteamericano o para el mercado en español cuando Latinoamérica era todavía un continente. O cuando vendes los libros en el Primer Mundo y vives en un sitio donde el dinero rinde decentemente como en Ruanda o Mantilla. Lo cierto es que hay otras formas mucho más eficientes y honrosas de ganar dinero como vender carros o traficar con cocaína. Eso por tanto nos evita a muchos escritores uno de los pecados capitales, la avaricia, como motivación para escribir pero no otro como es el de la soberbia (traducido por ti como reconocimiento). Y claro que hay placer en escribir o en darte cuenta que tal frase o tal página que no suena mal la escribiste tú pero para estar machacando teclas durante décadas se necesita –a falta de dinero- un motivo más fuerte incluso que el placer. Voy a definirlo como una suerte de compulsión -parecida a la que te hace caer en cualquier otro vicio- con la diferencia que esta te obliga a inventarte situaciones, vidas, mundos mediante un intenso trapicheo de palabras.

¿Dominas los recursos de estilo, las figuras literarias o escribes con estilo propio y sigues experimentando y aprendiendo?

Nadie que se tome este trabajo más o menos en serio te dirá que lo hace mediante el dominio de ciertos recursos o figuras, incluso aunque sea cierto. Escritor que no trate de reinventarse todo el tiempo –lo de tener un estilo o no es secundario- está muerto y dudo que exista alguno que acepte reconocer que es un cadáver porque como se sabe los cadáveres no hablan.
Se habla que los escritores deben cuidar y ofrecer obras depuradas utilizando recursos narrativos o encuentras bien que lo que se cuenta, se limite a contar como se cuenta en la sobremesa.?
En todas partes se usan recursos narrativos: da igual que sea en una novela o sentado alrededor de una mesa. Y la simplicidad de un texto escrito puede y debe ser tan laboriosa como la prosa más alambicada. La diferencia es que las historias de sobremesa tienen todo a su favor: la buena compañía, el placer del hartazgo, el embotamiento de los oyentes y la tendencia de la memoria a exagerar aquello de lo que no guardamos copia exacta. Para competir con una buena historia de sobremesa (o con aquellas historias amasadas por generaciones y contadas alrededor de una hoguera) al escritor no le queda otro remedio que contar con todos los recursos e invenciones de que pueda disponer independientemente de que el resultado sea sencillo o complejo en apariencia.
¿Regalas libros en alguna ocasión?
Regalo libros, por supuesto. Y música. Eso junto a los sombreros y las corbatas siempre vienen bien sin importar que el receptor haya subido o bajado de peso.

¿Crees que la literatura cubana esta de moda?
Más que la literatura cubana creo que lo que estuvo de moda fue el tema “Cuba” sobre todo en los 90s. Hasta entonces Cuba había sido más que nada el escenario de libros de viajeros maravillados con el paraíso. Es curioso que cuando todo aquél espejismo se esfumó, Cuba se convirtiera en carne de ficción de medio mundo, no sólo de los escritores cubanos. Si pensamos en Dante podríamos concluir que los infiernos son más estimulantes para la ficción que los paraísos o hasta los purgatorios. El entusiasmo se aplacó luego pero Cuba, con todo lo que evoca, (nostalgia por el paraíso, miseria, sexo a raudales y a precios módicos, el salvajismo que suspende cualquier reclamo de verosimilitud, música, etc) ha incrementado su atractivo en su condición de mina narrativa para el que quiera aprovecharla. Y eso lo veo muy bien. Lo que no veo tan bien es que obliguen a alguien -por el hecho fortuito e irremediable de haber nacido y vivido allí- a repetir esos tópicos.

¿Crees que el escritor, en tanto figura pública tiene responsabilidad social?
En una sociedad “normal” (recordemos que la autocracia sigue siendo la norma en este mundo) con instituciones democráticas, prensa independiente, etc., el único deber del escritor es escribir bien. (Entiéndase escribir bien no como escribir bonito sino como una escritura relevante, subversiva en algún sentido con respecto al lenguaje y el resto de las convenciones sociales). Intervenir o no en la esfera cívica es su opción de la que hace uso con toda la libertad que le sea posible, como cualquier otro ciudadano.
En cambio en una dictadura las instituciones que mencionaba antes no existen y un escritor antes de publicar la primera letra debe preguntarse cómo es que a su gremio –me refiero al de la creación artística en general- es al único al que dejan expresarse con alguna libertad, aunque sea para referir sus miedos infantiles. Y la respuesta no es que las dictaduras tienen una especial debilidad por tu talento para contar cómo te orinabas en la cama. La única respuesta honesta es reconocer que eres víctima de un chantaje para silenciar a todo un pueblo. O lo aceptas o te resistes
Las opciones –por supuesto- no son fáciles porque ya conocemos todos lo recursos de que dispone el poder si te le resistes (entre ellos el tiempo que es el recurso más disuasorio de que dispone: una buena dictadura es lo más parecido a la eternidad que podemos producir los humanos). Por otro lado la vergüenza de aceptar algo en lo que no crees suele provocar daños irreparables incluso en la capacidad creativa algo que tanto depende de la autoestima porque no hay que olvidar que todo creador al menos en el momento de la creación debe pensarse como alguna variante de dios. En cualquier caso la de la rendición- resistencia es una disyuntiva perversa que debe enfocarse con mucho cuidado cuando se está en esa situación y mucha humildad cuando se le juzga desde afuera. Hay que pensar que las denuncias, aunque necesarias en el plano cívico, tienen escasa vida literaria pero aún así entre el panfleto y el colaboracionismo hay todavía bastante espacio para crear. Exigir deberes fuera del de escribir bien se parece mucho a la exigencia de respaldo por parte de las dictaduras. Ninguna respuesta es fácil a excepción del oportunismo de llamarse apolítico cuando el poder atropella y luego darle todo tu apoyo cuando te lo pide.

¿Cómo le ha cambiado el mundo de la tecnología y el e-book?

Debo de haber sido de los pocos escritores cubanos que en principio no le hizo ascos a la nueva tecnología y de los primeros que tuvo un sitio web estable (desde el 2001). Además tengo una larga historia de colaboraciones con publicaciones virtuales y desde el 2007 llevo un blog (www.enrisco.blogspot.com). Al contrario de muchos escritores no soy tecnófobo pero aún así sigo siendo torpísimo si de tecnología se trata. Por otro lado no creo que nada de eso haya afectado mi manera de enfocar lo literario. Mis libros los sigo concibiendo como objetos de papel aunque el último (Siempre nos quedará Madrid) ya cuente con edición electrónica. Para el mundo virtual he dejado mi escritura más urgente, la que busca un contacto más inmediato con mis contemporáneos. Y sí, tengo un par de tabletas electrónicas (kindles) y en ellos he leído un 20% de los libros que he leído en los últimos tiempos.

¿Sentías que habías nacido con vocación literaria, cuales son tus verdaderos orígenes en ese sentido?

No, no creo que haya nacido con vocación literaria si por ello se entiende que desde que tengo memoria me sentía destinado a ser escritor. Crecí rodeado de libros, era un lector voraz desde pequeño, mi madre que es profesora de literatura me recitaba a Sor Juana Inés y César Vallejo incluso antes de que aprendiera a leer pero no creía que eso me predispusiera a escribir en la misma manera en que ver películas no me predisponía a hacer cine. Mi vocación de niño era la Historia y esa fue la carrera que cursé en la Universidad de La Habana. Fue más bien tarde que me di cuenta que en Cuba no tenía la más mínima posibilidad de ser historiador –sobre todo de la historia más reciente que era la que más me importaba- frente a un poder que tenía el control absoluto de los archivos. Cuando me di cuenta de eso ya había escrito bastante así que la deriva hacia la literatura, dados mis antecedentes, fue bastante natural. Y de paso saldé mis deudas como mi primera vocación escribiendo “Leve Historia de Cuba”.

¿Lamentas que tu vida literaria no se hubiera desarrollado en otro medio más propicio?
Ya te hablé antes de lo estimulante que puede ser el infierno para la creación literaria y encima tuve la suerte de escapar de él antes que me achicharrara. Luego incluso tuve la suerte de poder hacer la digestión de aquella experiencia en dos sitios tan estimulantes como Madrid y Nueva York. La verdad es que no tengo razón alguna para quejarme.
¿Crees que la literatura cubana a veces tiene serios altibajos?
Una literatura producida por una nación relativamente joven constituida por trece millones de personas debe sentirse afortunada si de vez en cuando aparece un escritor que valga la pena y en eso hemos tenido mucha suerte. La mala suerte ha sido en casi todo lo demás, empezando por la política. Los últimos veinte años -si es lo que te interesa saber- no han sido los mejores pero -sobre todo si se tienen en cuenta los veinte años anteriores a esos- tampoco los peores.
¿Qué libros han cambiado tu vida?
Cada vez creo menos en la idea de que un solo libro te cambie la vida. Definitivamente. Lo que sí hacen es estremecértela y luego de ese estremecimiento dejan sedimentadas correcciones de tu visión de las cosas. Y eso está pasando todo el tiempo. Tendría que hacerte la historia de mi vida contada por mis libros y habría que empezar con L”, O”, luego Julio Verne y Salgari, Las mil y una noches, el Decamerón de Bocaccio (lo leí muy niño y aunque fue muy especial apenas afectó mi inocencia sexual), todo Mark Twain y luego los humoristas cubanos como Pablo de la Torriente Brau, Behemaras y Zumbado y de casi cualquier parte como Woody Allen, Slawomir Mrozek, Augusto Monterroso, Kurt Vonnegut, Hasek. También en la adolescencia me impactó todo Salinger (que no es mucho) y luego Vargas Llosa, El otoño del patriarca de García Márquez (que me explicó la naturaleza del castrismo como ningún otro), todo Kundera empezando por La broma, las novelas de Hrabal, los cuentos de Raymond Carver por supuesto, los de Arreola, Chéjov, Kafka, Borges, Onetti, Mishima, Kapek. Nuevas inquisiciones de Borges me deslumbró desde las primeras líneas como el Quijote porque es de esos libros que te cura la bobería ilustrada de que los humanos evolucionamos. Ya allí está todo inventado de ahí que pese al lenguaje nos parezca tan contemporáneo. Faulkner con su Luz de agosto, Nabokov con Lolita. La literatura rusa del XIX de Gogol a Tolstoi y El maestro y Margarita de Bulgakov, el Menos que uno de Joseph Brodsky, los Relatos de Kolimá de Shalamov  y últimamente las memorias de Nadezdha Mandelstam. También la trilogía Los sonámbulos de Hermann Broch y las memorias de Sandor Marai. Y claro que me olvido de un montón que me pudieron impactar en su momento tanto o más que los anteriores pero suerte casi todos están muertos.Pero si hablamos de impacto, de cambio en la vida nada como un par de párrafos sobre el general Antonio Maceo que al terminarlos allá en primer grado me di cuenta de que ya sabía leer un texto y entenderlo y que en lo adelante el acceso a los libros iba por mi cuenta.
El regreso, la nostalgia, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. ¿Tienes la obsesión del regreso a tenor de los nuevos cambios?
Dejé el país en un estado tan desastroso, me hicieron ver con tanta claridad que yo sobraba allá, que la nostalgia no es precisamente una obsesión para mí. Si a eso sumas que he podido sacar a mi familia y que la gran mayoría de mis amigos se han ido te darás cuenta que en mi caso la nostalgia es un lujo que no me interesa permitirme. Si me interesa aparecerme en Cuba es para entender de primera mano qué es lo que ha cambiado, parparlo por mí mismo. Sin embargo el tránsito por los consulados y aduanas todavía se me hace un trámite insoportable de sólo pensarlo.
¿Has tenido que esquivar la censura en tus escritos?
En Cuba uno tenía la conciencia de que había nombres que no podían pronunciarse más que para alabarlos y aún así con mucho cuidado. De modo que cuando se trataba de Fidel Castro tenía la precaución de poner “el Presidente”, uno de sus eufemismos oficiales. Los editores o dejaban pasar las alusiones si no eran muy evidentes o si el texto no les dejaba otra opción no lo admitían y eso me ocurrió varias veces. Una vez le mentí descaradamente a uno de esos editores- censores diciéndole que el león que despanzurraba a un conejo en una fábula no aludía a Fidel Castro sino a Robaina, el canciller de entonces y aliviado –supongo- por la propia mitología castrista de que todo lo malo en Cuba pasa por culpa de los subalternos me lo dejó pasar. Esa fue la única vez que esquivé a la censura. Todas las demás veces o me censuraban o me dejaban pasar los textos porque tontos –en general- no eran. Si pecaban de algo siempre fue de sobreentender los textos más que el más sutil de los críticos no de timidez interpretativa.

¿Hay algún género más eficaz para trascribir la realidad cubana?
Eso depende del escritor. Hay géneros que no son recomendables como el panfleto o la propaganda descarada pero eso vale para cualquier otra realidad.
¿Crees que la cultura cubana tiene déficit de monografías, memorias históricas que den profundidad a esta cultura?; cómo se puede suplir este vacío?
Sí lo creo, lo he dicho públicamente y hasta he tratado de cumplir mi parte con mis memorias madrileñas. Por otro lado he visto en los últimos años una persistente tendencia a la evocación tanto dentro como fuera de Cuba de figuras y fenómenos del pasado reciente. Para poner ejemplos concretos han aparecido no pocas biografías de músicos, monografías sobre géneros musicales y hasta un diccionario de la música. Lo que se echa en falta es lo disparejo del esfuerzo, lo mal preparados que están muchos autores para enfrentar el tema de que se trate, la cursilería rampante en algunos casos, el afán de pasar la cuenta a viejos enemigos en otros y el miedo que permea cualquier visión de conjunto y lo mal editados que están en general. Eso entre los de adentro con las honrosas excepciones de siempre. En los de afuera detecto apuntes muy prometedores pero que raramente llegan a cuajar. En general son proyectos poco atractivos desde el punto de vista comercial y suelen requerir de un apoyo institucional, una estabilidad de algún tipo que muchas veces no existe.

¿Sin memoria histórica no hay imaginación?
Dije no hace mucho en una entrevista que sin memoria no hay imaginación y sigo estando de acuerdo con eso. La imaginación, está claro, no sale de la nada. Si quieres otra frase te diría que la imaginación es la que se encarga de rellenar la brecha que hay entre la memoria y el deseo y eso lo hace sobre variaciones y recombinaciones de los recuerdos.
Ahora bien, el adjetivo “histórica” lo cambia todo porque se refiere a un pasado colectivo y, tratándose de mucha gente con un mínimo común denominador tan vago como haber nacido aproximadamente en el mismo sitio o pertenecer a la misma especie a veces el olvido es más importante para alimentar la imaginación colectiva que la misma memoria.

¿Qué significado tiene para ti la ciudad dónde has vivido la mayor parte del período de exilio?

Vivo en West New York, New Jersey separado de Manhattan apenas por el río Hudson. O sea que en términos cubanos trabajo en La Habana pero en realidad mi casa está en Regla así que disfruto mucho de esa doble vida entre el barrio (y ese mundo íntimo de amigos que hemos construido allí) y el cosmos que es Nueva York. En Nueva York trabajo, voy a conciertos, exposiciones, al teatro, paseo, voy a restaurantes, me encuentro con otros amigos, les enseño la ciudad. Aquí en el barrio –cuyas dos manifestaciones culturales más importantes son comer en los restaurantes locales y tirarle fotos a Manhattan- en ese aspecto tan personal como es el de la convivencia he podido hacer lo que en La Habana sólo pude hacer a medias: que mi casa se convierta en una suerte de centro de reunión de gente querida y cercana. Más no puedo pedir.
Qué objetivo persiguen sus libros?
Mis libros -como cualquier libro- son un diálogo con los muertos, con los que no han nacido y con los que están todavía vivos. En ese diálogo uno intenta imprimir a su voz de una tonalidad, unas preocupaciones y una visión lo más personales posibles pero sin que al mismo tiempo dejen de ser comprensibles. En el Museo Metropolitano de Nueva York hay un templo del antiguo Egipto de hace unos dos mil años. Pues en las columnas se pueden ver perfectamente las inscripciones de visitantes de principios del siglo XIX. “Leonardo, 1812” y letreros por el estilo. Uno podría pensar que ese tal Leonardo trató de establecer un diálogo con el pasado representado en ese templo y con el futuro encarnado por visitantes al museo como yo mismo. Sin embargo frente al misterio del templo todo lo que me dice el tal Leonardo es que había conseguido llegar hasta Egipto, que sabía escribir su nombre, que sabía contar y que tenía muy poco respeto por aquellas ruinas. Traigo esto a colación porque mi idea de un diálogo literario verdadero es que la voz con la que uno interviene debe –sin ser sumisa a las expectativas que existen al respecto- estar a la altura de esa conversación. Escribo convencido en que si no lo hago yo alguien lo va a hacer por mí (con otra voz, otro tono, otros intereses) y seguramente no saldré muy complacido de la imagen que ese alguien dará de mí, de mi tiempo. Por tanto si voy a hablar deberé hacerlo con cierto sentido del humor, con cierta ironía o con cierta distancia (que es lo mismo), de las cosas que más me molestan y las que más me complacen. Debo demostrar la capacidad que tenemos la gente en este tiempo de referirnos al mundo sin engolar la voz y al mismo tiempo no ser decididamente chabacana, de escribir con un mínimo de pudor evitando a partes iguales la insensibilidad y el patetismo.
¿Qué mensaje desea trasmitirle a los cubanos y a sus lectores en el próximo año 2014?
Sigamos en contacto.















 

diumenge, 8 de desembre del 2013

Entrevista de Juan Carlos Romero publicada en CubaEncuentro


 

Teresa Dovalpage nació en La Habana en 1966 y ahora vive en Taos, Nuevo México. Tiene un doctorado en literatura y escribe indistintamente en español e inglés. Es autora de A Girl like Che Guevara (Soho Press, 2004), Muerte de un murciano en La Habana (Anagrama, 2006), Habanera: A Portrait of a Cuban Family(Floricanto Press, 2010), El difunto Fidel C. (Renacimiento, 2011) Llevarás luto por Franco y otros elatos(Atmósfera Literaria, 2011), La Regenta en La Habana (Edebe, 2012) y Orfeo en el Caribe (Atmósfera Literaria, 2013). Fue finalista del premio Herralde de Novela 2006 y ganadora, en 2009, del premio de Novela Corta Rincón de la Victoria.

¿En qué momento decidió que quería escribir?
Teresa Dovalpage: No siempre es fácil ubicar exactamente cuándo ocurre el descubrimiento de la vocación literaria (o de cualquier vocación) pero sí recuerdo que desde niña fui una lectora impenitente, así que di el salto de lectora a escritora casi sin darme cuenta. Un día, siendo adolescente, me senté a escribir… y todavía no he parado. De aquel primer experimento salieron unos cuentos horribles y sin pies ni cabeza, según mi madre. Pero ya no había vuelta atrás: la escritura se inocula en la sangre, es como un virus del que no te puedes librar. ¿Qué le aporta la escritura? ¿Y la literatura? ¿Piensa que vale todo en la literatura?
TD: Tanto la escritura como la literatura me permiten ver al mundo en una escala diferente, a través del prisma de las letras, ya sean las de otros escritores o las propias. La literatura (y la posibilidad de participar en ella) es el mejor regalo que he recibido de la vida. Sí, pienso que todo vale en la literatura, al igual que en cualquier otra manifestación creativa, si se hace con rigor y dignidad artística

¿Qué es necesario para que una novela interese a los lectores?
TD: No creo que haya reglas estrictas pero debe contar bien una historia y, de alguna manera, atrapar al lector desde el primer párrafo para que no cierre el libro y salga de estampía a ver una película o a poner un videojuego. Ah, los escritores tenemos mucha competencia…
¿A qué se dedica cuando no escribe?
TD: Soy profesora en la Universidad de Taos, Nuevo México y columnista para el periódico local Taos News. Como son empleos a tiempo parcial, no resultan demasiado difíciles de compaginar con la escritura. Aparte de eso, siempre estoy escribiendo, ya sea físicamente, frente al teclado, o en mi mente, ordenando escenas y personajes.
¿Cuál es su método de escritura? ¿Anota lo que se le ocurre?
TD: Antes hacía anotaciones en un cuaderno, ahora las hago en mi iPad. Pero, por desconfianza, las imprimo luego, si me parecen de veras importantes. ¡No hay que confiarse mucho de estos aparatitos electrónicos! Después de revisar las notas, decido si me van a servir de algo, y las uso en algún argumento nuevo, o las intercalo en lo que esté escribiendo en ese momento, si viene al caso. Escribo casi siempre de noche, lechucilmente, cuando todos duermen en casa y puedo disfrutar de una santa tranquilidad por tres o cuatro horas. Si pudiese ser un libro, ¿cuál sería?
TD: Una saga de ciencia ficción que describa un universo inexistente, pero posible. La ciencia ficción me encanta, aunque sólo me he atrevido a dar unos pasitos tímidos en el género.
¿En qué proyecto se encuentra sumergida en estos momentos?
TD: Precisamente dándole los últimos toques a un par de cuentos de ciencia ficción…Como te decía, estoy incursionando, poquito a poco, en un género que tiene posibilidades infinitas. ¡A ver qué sale!

 ¿Se escribe por placer o también por dinero y reconocimiento?
TD: Escribo por placer, claro, pero también por reconocimiento (¿a quién no le gusta que le apapachen el ego?). Y por dinero, porque ¿con qué se compran los frijoles?
¿Dominas los recursos de estilo, las figuras literarias o escribes con estilo propio y sigues experimentando y aprendiendo?
TD: Una mezcla de las dos cosas. Creo que al principio se empieza imitando bien o mal el estilo y los recursos literarios de otros autores, y ya luego se van desarrollando los propios. Es una buena idea seguir experimentando y aprendiendo, para no repetirse.
¿Regala libros en alguna ocasión?
TD: Sí, siempre que el receptor de los regalos sea alguien a quien le guste leer. No quiero que los libros terminen llenos de polvo en cualquier rincón.
¿Cómo le ha cambiado el mundo de la tecnología y el e-Book?
TD: Definitivamente para bien. Después de usar una computadora, no me imagino volver a mi vieja (aunque fiel e inmune a los virus) Underwood. Por otro lado, el e-Book es una posibilidad magnífica de llegar a lectores de todo el mundo. Hace unos meses salió en Amazon Kindle una recopilación de mis artículos para Taos News titulada A Brief Guide to Taos ––Where to Eat, Shop, Work Out…
and More, publicada por Eriginal Books. Mi colección de cuentos The Astral Plane, Stories of Cuba, the Southwest and Beyond(University of New Orleans Press, 2012) está disponible también en formato electrónico.
¿Sentías que habías nacido con vocación literaria ?

TD: Pienso que todos nacemos con “dones,” o al menos con destrezas innatas a las que hay que desarrollar para que den sus frutos. De poco le serviría a alguien nacer con vocación literaria si no tiene la oportunidad de ir a la escuela y aprender a leer. En mi caso, desarrollé una inclinación a la literatura desde muy niña porque los libros eran una presencia diaria en nuestra vida familiar. Como te decía al principio, di el salto de lectora a escritora casi sin darme cuenta. Desde entonces trato de aprender lo más que pueda sobre el oficio de escribir para que mi vocación no se transforme en equi-vocación.
¿Lamentas que tu vida literaria no se hubiera desarrollado en otro medio más propicio?
TD: Muy interesante la pregunta. A veces siento curiosidad por saber cómo escribiría ahora si mi familia hubiera venido a Estados Unidos en los años setenta, como era su intención— intención que se frustró por razones que no vienen al caso. ¿Escribiría sólo en inglés? ¿Habría olvidado mi español? ¿Me habría sido más fácil publicar? Quién sabe… Como no es posible cambiar el pasado o inventarse una nueva trama de vida, procuro no lamentar nada y seguir adelante en el camino en que me encuentro. ¿Qué libros han cambiado tu vida?
TD: La Regenta, de Leopoldo Alas, The Bluest Eye, de Toni Morrison… Y muchos más.
El regreso, la nostalgia, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. ¿Tienes la obsesión del regreso a tenor de los nuevos cambios?
TD: No siento la más mínima nostalgia ni el menor deseo de regresar. Jamás he sentido la necesidad de volver a Cuba, ni con cambios ni sin cambios. No echo de menos las palmas, ni sueño con el Malecón, ni extraño el entremetimiento de los vecinos en las vidas ajenas. Si eso me hace parecer un bicho raro, pues qué se le va a hacer. ¿Ha tenido que esquivar la censura en tus escritos?
TD: No, porque desde que comencé a publicar lo he hecho en sociedades libres, donde mi única censora soy yo misma.
¿Hay algún género más eficaz para trascribir la realidad cubana?
TD: Todos los géneros artísticos son válidos para transcribir realidades de cualquier parte del mundo.
¿Qué objetivo persiguen sus libros?
TD: No pienso en objetivos a la hora de escribir ficción. Eso lo dejo para las clases de gramática (“el objetivo de la lección uno es aprender la conjugación del verbo ser”). Si tuviera que escoger una función de la literatura, ésta sería entretener; mantener el interés del lector de modo que no se vaya a surfear el Internet o encienda la televisión en busca de algo más jugoso. ¿Qué significado tiene para ti la ciudad dónde has vivido la mayor parte del período de exilio?
TD: Después de salir de Cuba he vivido solamente en tres ciudades y cada una tiene un significado especial. San Diego, a donde llegué al salir de La Habana, es la frescura de California, esa actitud del alegre surfista, “todo está bien y take it easy”. Albuquerque fue el encuentro con el suroeste, donde conocí la vida académica norteamericana y pasé años muy divertidos como estudiante de postgrado. Y Taos, donde vivo ahora, es un pueblo pequeño, artístico, marcado por las mágicas montañas Sangre de Cristo y por la nieve en los inviernos. Aquí he empezado mi carrera como periodista y es una de las mayores satisfacciones que he tenido en los últimos años.








dissabte, 16 de novembre del 2013

Amir Valle autor cubano nacido en Cuba 1967 , reside en Berlin
Santuario de sombras describe dramáticos y dolorosas anécdotas, tratando la marginalidad y el tráfico ilegal de las personas traspasando la ficción para parecer un relato de la realidad La metáfora del título de esta obra, las sombras son los testimonios reales recogidos entre supervivientes que han intentado atravesar el mar hacia estados unidos . Se podría definir la escritura de Amir Valle de literatura humanista, durante las 200 páginas de este premio novela criminal desgarradora y de denuncia con un narrador que interpreta vidas, protagonizada por un polícia solitario e investigador criminal alain bec y alex varga .intenta crear conciencia de una de las situaciones mas crueles que hay en su país , este mundo siniestro que es el de los balseros , familiares de víctimas que buscan justicia de los crímenes cometidos por un grupo de traficantes sin escrúpulos, estos los balseros son los verdaderos protagonistas de la novela que relatan sus dramáticas anécdotas y su dolorosa perspectiva
Una lucha que es dura y tiene momentos tremendos .El dolor de una gente que su único objetivo es salir de Cuba, un objetivo largamente planeado que es el exilio.
La novela tiene narradores diferentes uno por cada personaje principal que se implica en la búsqueda de la justicia , uno de los personajes muy impactante es el de Ignacio que cree que sus tres hijos y su mujer siguen vivos para ello Amir Valle le hace hablar en su novela " Santuario de sombras " en plural pero que no es un plural majestático sino que en la memoria de Ignacio estan todavía su familia , sigue pensando que todavía viven , tendrá que morir para que puedan estar juntos.
Los que han muerto,leyendo este libro " santuario de sombras " parece que están vivos Hay un momento curioso en la novela en la cual Amir Valle menciona a un personaje el cual es llamando Amir Valle ¿ autohomenaje ? lo dudo, como es la primera novela que leo de Amir Valle no capto el matiz pero reconforta leer hechos como los que ocurren en un país mitificado, muy mitificado por una izquierda europea .
No queda nada de aquel Fidel que encarnó los sueños ingenuos de los europeos.
El escribir sin miedo, sin censura con libertad eso si es uno de los sueños ingenuos de muchos escritores que viven en la isla.
Conrad decía que sobre todo escribía para que la gente viera , esta novela es para que la gente vea.
Dice Amir Valle que esta novela no se hubiera podido escribir si los verdaderos protagonistas no hubieran permitido con su ayuda todo el aporte de información, es un homenaje en definitiva a todos los que han cruzado o intentado cruzar hacia estados unidos
Escrito con emoción , emociona y entristece sin embargo su escritura es sóbria y para nada lacrimógena .Cuando uno escribe sobre algo tan cercano , sobre un país al que se quiere mucho tiene que estar en una realidad paralela porque sino cuando uno esta afectado no escribe . El escribir ficción ¿ es un refugio ? hay una mirada ficticia una mirada de la imaginación , el libro tiene verdadera vida.
Que aunque es su cuarta novela de la serie puede leerse independientemente .
Marta Farreras

diumenge, 10 de novembre del 2013

entrevista a Lidia Meriño


Juan Carlos Romero envía una nueva entrevista a un autor  literario cubano, en este caso a Lidia Meriño. 
entrevista hecha  : Por Juan Carlos Romero Mestre


 
Lidia Meriño (Pinar del Río, 1968). Poeta y narradora. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de  Cuba (Uneac). Graduada de Licenciatura en Español y Literatura por la Universidad Pedagógica de Pinar del Río (1990). Actualmente se desempeña como coordinadora general de la Revista Umbral de Villa Clara. Realiza la peña literaria infantil Los bolsillos de mamá, en la Librería Ateneo “Pepe Medina” de la ciudad de Santa Clara y coordina el Taller de creación y apreciación literaria con niños y adolescentes  La hojita suelta, en la Uneac.
Ha publicado los libros para niños y jóvenes: Villa Lomita, poesía (Editorial Cauce, 2002); En el estanque azul, poesía (Editorial Cauce, 2003) y (Grupo Editorial La Hoguera, Bolivia, 2010); Lloviendo, narrativa (Editorial El Mar y la Montaña, 2005); Cuando el tiempo salió a paseo, narrativa (Editorial Capiro, 2005) y (Ediciones UNIÓN, 2008); El libro de todas las lunas, poesía (Editorial Capiro, 2007); El día de par en par, poesía (Ediciones SED DE BELLEZA, 2008), Leche con espejuelos, narrativa (Editorial Cauce, 2009); Ciertos nombres de amor…y otros versos desesperados, poesía (Ediciones Matanzas, 2011) Sapoflaco, narrativa (Editorial Gente Nueva, 2012). Sus cuentos y poemas han sido publicados en las antologías: El camarón encantado. La vuelta al cuento infantil cubano en ochenta autores. Colección Islazul de la Universidad Católica de Pelotas. Brasil. Otro elefante en otra cuerda floja. Ediciones UNIÓN. Un, dos, tres…te cuento. Selección de autores pinareños. Editorial Cauce. La mar de cuentos. Cuentos de la mar. Editorial Gente Nueva. Tiempo de amar. Antología de cuentos de amor. Ediciones ALDABÓN.
¡Mucho más cuento…!. Ediciones UNIÓN. Vestida de mar y otros cantos de sirenas. Ediciones UNIÓN Cuentan que de amor un día. Editorial Cauce. Un tibio rumor. Editorial Cauce. Vuelve a cantar la cigarra. Editorial Gente Nueva. Las cuentacuentos. Editorial Gente Nueva.1, 2, 3 ¡Fantasmas a correr…!. Editorial Gente Nueva.
Ha obtenido menciones y reconocimientos entre los que destacan el Premio Alcorta, en el 2002, el Premio Regino E. Boti, en el 2004 y el Premio Fundación de la Ciudad de Santa Clara en el 2013.Sus poemas “Papalote azul” y “La espuma”  aparecen musicalizados en los discos  de la EGREM Raíces y Luceros Vol. II (Cantándole al sol, 1998) y Sonrisa azul Vol. I (Cantándole al sol, 1999), respectivamente. Textos de su libro Villa Lomita han sido adaptados para el programa de la TV cubana Claro Clarita.Tiene en proceso editorial el libro de cuentos para jóvenes Una vez en la orilla por la Editorial Oriente y el libro de poesía para adultos Vida del pez por la Editorial Capiro.

¿En qué momento decidió que quería escribir?
Cuando escribí los primeros textos no era consciente aún de que quería escribir. Fueron poemas creados con la intención de que fueran musicalizados para convertirlos en canciones infantiles. A partir de los dos primeros libros publicados comprendí que debía incorporar la escritura como un oficio, no ya como un mero hobby, sino que tenía que asumir la responsabilidad con aquellos que adquirieron y leyeron esos primeros textos.
¿Qué le aporta la escritura y la literatura, piensas que vale todo en la literatura?
La literatura me ha aportado, en primera instancia, una manera de adentrarme en la psicología humana, de explorar el mundo interior del ser humano, algo que no deja de ser sorprendente, misterioso. En un sentido más amplio la posibilidad de conocer sitios, costumbres, momentos históricos de culturas bien distantes a la de mi país.
La escritura me ha aportado un modo de vida, una actitud, el acercamiento a todo tipo de público donde he realizado lecturas de mis textos y presentaciones de libros. Gracias a ello he conocido también lugares impresionantes que de otra forma no hubiera podido visitar.
¿Qué es necesario para que una novela interese a los lectores?
Que cuente una historia que seduzca a todo tipo de lector de manera fluida y atrayente.
¿Cuales son sus géneros favoritos en la lectura, sus autores y quiénes le han influido más?
En realidad no tengo géneros favoritos, he disfrutado todo tipo de literatura más allá de géneros, estilos, épocas o movimientos literarios, por eso creo que mi respuesta tendría más que ver con los libros preferidos, sobre todo de narrativa de ficción y poesía.
He leído lo que me produce placer. Solo me obligué a ciertas lecturas que fueron imprescindibles en mi carrera. Tuve una estelar profesora de literatura latinoamericana, así que por ella conocí a los escritores del boom, pudiera aseverar entonces que dentro de esos libros que prefiero están algunos de los escritos por estos autores. Aunque reconozco que los textos que más he disfrutado de ellos los leí fuera de la carrera, exceptuando Cien años de soledad, una lectura a la que he regresado más de una vez. Así podría decirte que me deleito con las Historias de cronopios y famas de Cortázar o El amor en los tiempos del cólera del propio García Márquez. Libros reveladores han sido, también, Corazón de perro o El maestro y Margarita de Bulgákov. Por otra parte me han seducido historias de autores tan disímiles como Wilde, Sweig o  Mark Twain o nuestro Onelio Jorge Cardoso.
En la poesía puedo señalar un libro tan conmovedor como el Ismaelillo de José Martí. Otros poetas que releo con frecuencia son Gabriela Mistral, Alejandra Pizárnik, Juan Ramón Jiménez, Dulce María Loynaz, Eliseo Diego, Fina García Marruz, o  Federico García Lorca.
Entre los escritores que han cultivado fundamentalmente la literatura para niños y jóvenes puedo señalar a Lygia Bojunga Nunes, María Elena Walsh, Excilia Saldaña, Dora Alonso, Gumersindo Pacheco, Nersys Felipe y muchos otros.
La lista en general sería interminable. Las influencias, aún de manera inconsciente, llegan de todo cuanto se ha leído, desde los primeros libros en la infancia. De todos estos autores y de otros me siento deudora.
¿A qué se dedica cuando no escribe?
Por lo general intento estar en contacto con algún ejercicio relacionado con la literatura, la lectura en primer lugar y como siento que me faltan muchos libros por conocer aún, siempre estoy leyendo, incluso más de un libro a la vez. Otra manera de no estar desvinculada me lo aporta el trabajo con los niños a través de un taller literario que coordino o en actividades de promoción de la lectura y los autores. Todo esto me retroalimenta y sirve de base a mi creación, es decir, estar en contacto con el público lector infantil y juvenil, en peñas, lecturas o presentaciones de libros, escuchándolos siempre, atenta a su manera de comunicarse. Ese intercambio es muy favorable, con resultados positivos y estimulantes.
Disfruto escuchar música, sobre todo cuando estoy inmersa en tareas domésticas inevitables para quien vive en familia. Algo que da mucho placer es compartir precisamente en familia o con los amigos, sobre todo alrededor de una mesa.
Por lo general, cuando no escribo hago lo que muchos: voy al teatro a disfrutar de un concierto o de una puesta en escena, a alguna peña musical, una tertulia. En la casa me hace bien sembrar alguna planta y trasplantar otras, hacer algo de manualidades, ver una película que es de las cosas que más me gratifica. Realizo pequeñas cosas que me dan grandes satisfacciones.
¿Cuál es su método de escritura anota lo que se le ocurre?
No tengo un método específico, aunque sí hago anotaciones de lo que pudieran ser proyectos de libros. En el caso de la narrativa, muchas veces esas ideas se convierten en los títulos de las distintas historias que cuento o en capítulos de una futura novela. En la poesía es totalmente diferente, se trata de un estado indescifrable, por lo general el poema brota aparentemente solo, sin título, un fluir de ideas que casi nunca logro titular con facilidad, aunque sí me gusta pensarle una estructura bien definida al poemario, que la propia disposición de los poemas marque un camino, un ciclo a seguir en la lectura. Esto me resulta más cómodo y placentero en la poesía para niños.
¿Sí pudiese ser un libro, cuál sería?
Peter Pan y Wendy.
¿En qué proyecto se encuentra sumergida en estos momentos?
He terminado de escribir una novela para niños titulada La casa de las sombrillas, es decir, de exponer el argumento de principio a fin, ahora comienzo la parte más difícil, podar, limpiar, reescribir. Aunque casi siempre trabajo en más de un proyecto a la vez, de géneros diferentes, no sé si los resultados serán los mejores, pero lo tomo como un ejercicio cuando no logro que alguna idea fluya, aunque finalmente tenga que desechar algunas líneas.
¿Se escribe por placer o también por dinero y reconocimiento?
Conozco personas con el don para la escritura que no toman un camino o una actitud consecuente  con respecto a  ella, es evidente que no les produce placer. Quien se siente escritor, en primer lugar siente placer. Escribir por dinero, creo que es igual a construir casas por dinero o a fabricar zapatos por dinero o a confeccionar ropa por dinero o hasta curar por dinero. Escribir es un oficio como cualquier otro para el cual se necesita un don, igualmente que para los que cité arriba y del que, también, al igual que los otros, se obtiene un pago para vivir, sostener una familia o lo que decida cada cual según sus intereses específicos. Hay quien busca reconocimiento además, son actitudes muy particulares.
¿Dominas los recursos de estilo, las figuras literarias o escribes con estilo propio y sigues experimentando y aprendiendo?
Domino algunos recursos aunque los uso de manera espontánea, sin pensar conscientemente en que debo usar uno o el otro, jamás he escrito a partir de una técnica específica, prefiero experimentar. Las propias historias van marcando la manera en que permiten ser contadas. Igual sucede en la poesía, hay ideas que fluyen en la prosa poética o el verso libre, otras resultan más atractivas expuestas a través de las estrofas clásicas, también en esto influye el lenguaje que se esté usando en dependencia del grupo etáreo a quien va dirigido, por ejemplo en las primeras edades funcionan textos con más musicalidad donde primen la rima y la métrica.
Se habla que los escritores deben cuidar y ofrecer obras depuradas utilizando recursos narrativos o encuentras bien que lo que se cuenta, se limite a contar como se cuenta en la sobremesa?
Contar en la sobremesa es narración oral. La escritura tiene sus principios que es necesario conocer aunque el interés sea transgredirlos en alguna medida. Creo que el ofrecer obras depuradas es el verdadero carácter didáctico que toda literatura posee. Cuando se habla  de didactismo en la literatura, sobre todo en la que se escribe para niños y jóvenes, por lo general se interpreta erróneamente como la referencia a moralejas o actitudes moralizantes. Yo prefiero pensar que enseñar es un concepto mucho más amplio y que en el caso de la ficción se da la posibilidad de mostrar de manera más atractiva las amplias posibilidades de nuestra lengua o de exponer una etapa de la historia o de un personaje histórico determinado.
¿Regalas libros en alguna ocasión?
Regalo libros siempre que puedo, sobre todo en casos y ocasiones especiales, como manera de señalar que es un obsequio de mucho valor.
¿Crees que la literatura cubana esta de moda y que el escritor, en tanto figura pública tiene responsabilidad social?
Desconozco sinceramente si la literatura cubana está de moda. Un escritor es un ente social como todo ciudadano común, entonces creo que todo ser humano que vive en sociedad, tiene una responsabilidad con esta condición.
¿Cómo le ha cambiado el mundo de la tecnología y el e-book?
Por supuesto que es mucho más ágil y con más posibilidades escribir con la ayuda de la tecnología. No tengo experiencias con el e-book, quizás por eso disfruto el contacto con la letra impresa.
¿Sentías que habías nacido con vocación literaria, cuales son tus verdaderos orígenes en ese sentido?
No sentí haber nacido con vocación literaria. Fui una niña común que redactaba bien en la escuela como muchos, incluso gané algún concurso motivada a participar guiada por alguna maestra. La lectura avivó mi imaginación haciéndome creer un personaje literario en ocasiones, como creo le sucede a cualquier infante que disfrute de los libros, pero nunca supe, ni siquiera lo pensé, que podría escribir alguno.
¿Lamentas que tu vida literaria no se hubiera desarrollado en otro medio más propicio?
Mi vida literaria ha transcurrido en el país donde nací y aún resido, como no he vivido otra experiencia que esa, no puedo asegurar si en otro sitio hubiera tenido otros logros, otras facilidades para escribir y publicar. En lo particular, comencé en la escritura después de los treinta años, no supe antes que tenía esa aptitud. He logrado ir publicando lo que escribo. Creo que visitar y conocer otros lugares y sus culturas es muy provechoso y disfrutable para todo ser humano, más para un creador, pero de esto a lograr insertarse en el mundo editorial ya entran a valorarse toda una serie de condiciones que no siempre tienen que ver con el valor literario de un texto.
¿Crees que la literatura cubana a veces tiene serios altibajos?
Creo que la literatura escrita por cubanos, ha sido una de las más sólidas de nuestra lengua y que actualmente lo sigue siendo. Como ha sucedido en la historia de la literatura universal, también en la cubana han existido momentos de esplendor, han surgido grupos que han aportado cambios y maneras novedosas de afrontar el discurso literario, es imposible pretender que todas las épocas sean profusas para la creación, pero siempre han existido voces que han trascendido esos momentos.
Es cierto que se ha sido paternalista o se han implantado modas para agradar a los jurados y poses irreverentes para impactar por eso se ha publicado falsa literatura, unido a la ausencia de una crítica que cuestione por una parte lo que se premia o publica sin tener calidad y por otra que valide lo que realmente puede ser trascendental.  Pero esto no es un indicador para señalar que la literatura cubana esté en crisis.
¿Qué libros han cambiado tu vida?
Hay libros que han enriquecido mi visión sobre determinado fenómeno, que me han brindado pautas para entender comportamientos ya sea en lo social o en lo personal, incluso en la creación. En ellos he encontrado consuelo, compañía, incluso inspiración, pero no puedo decir que alguno en específico haya cambiado mi vida.
¿Has tenido que esquivar la censura en tus escritos?
En mi libro Lloviendo se cuenta, desde la perspectiva de un niño de doce años, la vida de una familia, a partir de la reclusión del padre. Cómo es tratado socialmente este niño, cómo deberá ser su actitud con la hermana más pequeña, la experiencia de ambos en los encuentros con el padre en la prisión, así como los dilemas que debe afrontar su madre para la subsistencia. El libro fue premiado en el 2004 y después publicado en el 2005.
¿Hay algún género más eficaz para trascribir la realidad cubana?
Eso depende de la preferencia o manera particular de asumir la escritura. Cada escritor encuentra el género adecuado para validar su realidad.
¿Crees que la cultura cubana tiene déficit de monografías, memorias históricas que den profundidad a esta cultura? ¿Cómo se puede suplir este vacío?
No es esta la literatura que consumo, por lo que no estoy al tanto de estos temas.
¿Sin memoria histórica no hay imaginación?
Sin memoria hay desarraigo.
¿Qué significado tiene para ti la ciudad dónde has vivido la mayor parte de tu vida?
La ciudad en la que más tiempo he vivido ha sido Pinar del Río. Mis dos hijos nacieron en ella. Allí comencé a escribir y publicar y participé junto a personas entrañables que me aportaron en todos los sentidos, en proyectos culturales interesantes que aún se mantienen. Hay pequeños sitios, calles, paisajes, pero sobre todo personas que guardo especialmente entre mis afectos más importantes.
¿Qué objetivo persiguen sus libros?
Ser leídos. Llamar la atención, sobre todo del infante, hacia lo maravilloso que puede resultar cualquier detalle insignificante de nuestra cotidianidad. De algún modo, reflejar su mundo, a veces de manera divertida, pero siempre intentando ser reflexivos.
¿Son los niños los mejores críticos literarios?
La lectura en los niños, por lo general, es inducida. Después que un libro ha sido puesto en sus manos y se les muestra cómo debe leerse, entonces debe prestarse atención a su criterio.
¿Qué significado tiene para ti el libro El Principito?
Es un libro esencialmente humanista, con un didactismo envidiable que pocos autores logran transmitir por la manera en que Exupéry lo abordó, sin pedanterías, ni intenciones moralizantes.
¿Poemas o literatura infantil, o ambos inclusive?
LITERATURA
¿Qué mensaje desea trasmitirles a los cubanos y a sus lectores en el próximo año 2014?
Desterrar sentimientos estériles que obstruyen la comunicación y el buen entendimiento. Comprender, de una vez, que ser cubano es una condición que está por encima de las diferencias políticas.
No dejar de leer, que es igual a elevarse. Un buen libro nunca nos abandona

diumenge, 3 de novembre del 2013

Armando de Armas,otro cubano,  Juan Carlos Romero Mestrele hace esta entrevista:

autor cubano de las novelas La Tabla (Fundación Hispano Cubana, Madrid, 2008) y Caballeros en el Tiempo (Atmósfera Literaria, Madrid, 2013 ), así como de Mitos del antiexilio, libro de ensayos publicado en Miami en 2007 y traducido al italiano por el sello Spirali y al inglés posteriormente, y de dos colecciones de relatos: Mala jugada (Miami, 1996, The WriteDeal, 2012) y Carga de la Caballería (Miami, 2006), lleva años en Miami, desde donde escribe para periódicos y revistas de Estados Unidos y Europa.
Desde Madrid, España, otro cubano,  Juan Carlos Romero Mestrele hace esta entrevista:
¿En qué momento decidió que quería escribir?
Nunca lo decidí. Era una posibilidad pospuesta desde siempre hasta que un día, a los 28 años, un tajo de 22 puntos en mi hombro derecho me mandó al hospital y allí, sin nada mejor que hacer y con la mano zurda, empecé a pergeñar una serie de relatos que terminó siendo un libro de unas 300 cuartillas que, afortunadamente, decidí después incinerar.
¿Qué le aporta la escritura y la literatura, piensas que vale todo en la literatura?
La escritura para mí no es una virtud, es un vicio. La droga que me sostiene en la degeneración acelerada del mundo moderno. Creo que el único pecado en literatura es que no sea buena literatura; que no sea.
¿Qué es necesario para que una novela interese a los lectores?
Toda novela, todo autor, trae bajo el brazo el pan de sus propios lectores.
¿Cuáles son sus géneros favoritos en la lectura, sus autores y quiénes le han influido más?
Antes la novela y los relatos. Ahora cada vez más la historia, la filosofía y los estudios de religiones comparadas. Me han influido la novela de caballería y la novela de la picaresca, todo el Siglo de Oro español, la Biblia, las crónicas de la conquista, la novelística europea del XIX, la narrativa norteamericana del XX. Homero, Borges, Hemingway, Hesse, James, Faulkner, Carpentier, Bernal Díaz del Castillo, Colon, Martí, en fin, la lista es larga y variopinta.
¿A qué se dedica cuando no escribe?
Vivo.
¿Cuál es su método de escritura anota lo que se le ocurre?
Anoto, en servilletas, en lo que sea, cuando estaba en una celda memorizaba un ritornello hasta que pudiera plasmar la idea en un papel. Los sueños suelen ser buena materia prima para mi escritura, así que los anoto minuciosamente cuando son interesantes.
¿Sí pudiese ser un libro, cuál sería?
Jajajajajaja. Nunca se me ocurriría. Menos en Cuba donde a veces los libros se usan para fines inconfesables.
¿En qué proyecto se encuentra sumergido en estos momentos?
Reviso las pruebas de galera de una novela corta que sale por estos días en España, Caballeros en el Tiempo, y doy los toques finales a una extensa novela histórica.
¿Se escribe por placer o también por dinero y reconocimiento?
Se escribe porque no hay otra opción y, claro, si dinero y reconocimiento vienen, son bienvenidos.
¿Dominas los recursos de estilo, las figuras literarias o escribes con estilo propio y sigues experimentando y aprendiendo?
Para mí la escritura es un acto mediúmnico, después viene el pulir; el hacer funcionar el detector de mierda.
Se habla que los escritores deben cuidar y ofrecer obras depuradas utilizando recursos narrativos o encuentras bien que lo que se cuenta, se limite a contar como se cuenta en la sobremesa?
Prefiero contar como en la sobremesa, de hecho entre mis influencias literarias había olvidado mencionarle las narraciones orales que, en la sobremesa, escuchaba de mis abuelos, uno sobre sus experiencias como inmigrante español y el otro sobre su participación en la Guerra de Independencia. De mi abuela María Quintaba escuché por ejemplo las historias de tirante el Blanco y Genoveva de Brabante. Creo que en mi escritura hay mucho de esa oralidad.
¿Crees que la literatura cubana esta de moda y que el escritor, en tanto figura pública tiene responsabilidad social?
Detesto las modas, la modernidad en general. El escritor tiene responsabilidad ante su obra pero en el caso peculiar de Cuba, que padece una feroz tiranía comunista, la más feroz en un hemisferio pródigo por demás en feroces tiranías, bueno, entonces el escritor, que no es un ente de otro planeta, aunque a veces lo parezca, tiene una ineludible responsabilidad, no con lo social, sino con la libertad.
¿Cómo le ha cambiado el mundo de la tecnología y el e-book?
Mire usted, yo detesto la tecnología y sus artilugios espejeantes, creo         que en cuanto a tecnología la humanidad debió quedarse en la del Sacro Imperio Romano Germánico en la época de su apogeo pero, paradójicamente, he sido muy favorecido por la Internet debido a que un hombre como yo, que piensa como yo pienso, era muy vulnerable a la censura en tiempos de la imprenta, de los libros y los diarios de papel, donde el espíritu epocal tenía la voluntad de destacar a los intelectuales de lo políticamente correcto, esos que repiten las mismas sonseras de siempre, mientras que ahora se hace más difícil por la Internet que ha venido a democratizar la edición y la información. No digo que sea bueno el que se haya democratizado la edición y la información, digo que a mí me ha favorecido.
¿Sentías que habías nacido con vocación literaria, cuales son tus verdaderos orígenes en ese sentido?
Yo no sé si esto es vocación. Pero pronto supe que lo único decente que podía hacer bien era escribir. Podía, por poner un ejemplo, birlar carteras con habilidad, pero no es decente ir por este mundo birlando las carteras del prójimo. Para las profesiones decentes era una nulidad. Tampoco creo que la escritura sea una actividad decente, si lo ves bien tiene mucho de parasitaria, pero sería al menos la más decente a qué podía dedicarme.
¿Lamentas que tu vida literaria no se hubiera desarrollado en otro medio más propicio?
Pipo el Cojo, un amigo ya muerto, Mokongo de la Sociedad Secreta Abakuá que se ganará el epíteto por un balazo en una pierna durante “una aclaración de conceptos”, solía decir sabiamente que cada cual vive lo que le toca y punto.
¿Crees que la literatura cubana a veces tiene serios altibajos?
Creo que tiene siempre serios bajos y a veces, sólo a veces, algún alti.
¿Qué libros han cambiado tu vida?
No creo que ningún libro tenga el poder de cambiar una vida.
El regreso, la nostalgia, el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. ¿Tienes la obsesión del regreso a tenor de los nuevos cambios?
Sólo regresaría cuando los comunistas, esa morralla, no manden en Cuba.
¿Has tenido que esquivar la censura en tus escritos?
La verdad que no, nunca publiqué mi literatura en Cuba y aunque en el mundo libre también hay censura, la de lo políticamente correcto que, en alguna medida es una extensión de la censura de los comunistas en tanto controladores del espectro cultural en occidente, siempre hay la opción de encontrar una editorial afín, por ejemplo, mi novela La tabla, tardó 18 años en ser publicada, de ellos al menos 14 luego de haber escapado con ella de la isla, rechazada por importantes editoriales aún después de haber sido finalista en importantes premios de esas mismas editoriales.
¿Hay algún género más eficaz para trascribir la realidad cubana?
Creo que todos podrían serlo, si el autor tiene talento.
¿Crees que la cultura cubana tiene déficit de monografías, memorias históricas que den profundidad a esta cultura?; cómo se puede suplir este vacío?
Hubo al menos un momento en que no fue así, a finales del siglo XVIII con don Francisco de Arango y Parreño, la mente más brillante de Cuba al decir del historiador Manuel Moreno Fraginals,  y los prohombres del Papel Periódico de La Habana. Pero todo eso se perdió con la posterior escabechina de las élites isleñas inmersas en el independentismo.
¿Sin memoria histórica no hay imaginación?
La hay, pero sería más bien imaginería.
¿Qué significado tiene para ti la ciudad dónde has vivido la mayor parte de tu vida?
Mire usted, me ha hecho caer en la cuenta de que Miami es la ciudad donde más tiempo de mi vida he vivido. Miami significa libertad. Saber que a las tres de la madrugaba no va a venir la Policía Política a echarme la puerta abajo para incautarme un manuscrito; o lo que se le antoje.
¿Qué objetivo persiguen sus libros?
Ninguno.
¿Qué mensaje desea transmitirles a los cubanos y a sus lectores en el próximo año 2014?
A los lectores que lean. A los cubanos, algo sabio que decía Martí: “La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su precio.”